viernes, 2 de diciembre de 2011

Contraataca Mano-Negra

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

No se equivocaba Juan Manuel Santos al acusar a una facción de la Derecha, que denominó la “Mano Negra”, de interponerse en el logro de una paz perenne en nuestro país. Aunque él no dijo abiertamente a quién se refería, todos sabemos que la “Mano Negra” está acompañada de “carnitas y huesitos”.

El grupo de monigotes áulicos de Mano-Negra, y de los que en Manizales contamos con dilectos representantes, son una fracción de la sociedad colombiana, que pareciera vivir en otro país. Existe solución de continuidad en la imagen que este grupúsculo tiene de Colombia y en la que tenemos muchos otros hijos de esta Patria. Y no es solo su visión frente al país, sino también sus intereses por él.

Por muchos años estuve seguro de que todos los colombianos queríamos la paz, sobre todo muchos discursos me convencían de ello, pero fueron los hechos los que finalmente me disuadieron, y me llevaron a concluir que, muy a nuestro pesar, una franja no lo suficientemente estrecha no quiere que Colombia alcance la paz. Sus oscuros intereses son tan nefastos, que han logrado separar su suerte de la suerte del país, y consiguen que así al país le vaya mal, a ellos les va bastante bien, incluso se podría afirmar que mejor les va mientras más mal le va a Colombia.

Inaceptable desde todo punto de vista, pero soportable, que es la condición a la cual nos vemos sometidos, en muchos casos, para salvar la vida.

Sus medios son ominosos, y a veces, no puede uno ya aguantarlos más. Eso está ocurriendo en este caso, y la verdad no me aguanto más. Gracias a Dios mi blog no tiene la penetración suficiente como para que esto llegue a los oídos de aquellos que usan el plomo como argumento. Y tal vez por eso, envalentonado en el anonimato que tengo, es que levanto mi voz contra estas personas, que a su vez lo han hecho en contra de una de las pocas y verdaderas acciones de paz que han incidido en la cura del cáncer de la violencia, haciendo mucho más que paños de agua tibia para aliviar la fiebre.

El Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), es la respuesta de la Compañía de Jesús, Orden de la Iglesia Católica Romana, a la grave problemática causada por la violencia endémica de esa región de nuestro país.

Es una acción que hace Eco al llamado de la Congregación General de los Padres Jesuitas que invitó a los hijos de Ignacio a dirigirse a las fronteras, siendo ésta una frontera de odio, de miseria, y sobre todo de olvido, en especial, por parte del Estado.

Ese programa, distinguido y apoyado por muchísimas instituciones a nivel mundial, gira en torno a  seis componentes:   
1. Construcción de nación.
2. Paz y convivencia.
3. Ciudadanía e instituciones.
4. Desarrollo económico humano y justo.
5. Identidad cultural regional y
6. Medio ambiente.
Sobre estos componentes se ha desarrollado una gran cantidad de iniciativas y acciones puntuales que buscan materializar los Derechos, siempre violentados, de los habitantes de esa región.
Una de las acciones, es el reclamo de estos Derechos por la vía administrativa y judicial, para reconocerse como víctimas de este conflicto, que como vimos, muchos no quieren que termine. En esta acción el PDPMM contó con el apoyo del Consultorio Jurídico de la Pontificia Universidad Javeriana, obra también de la Compañía de Jesús.
El PDPMM está levanto con las uñas y sobre los hombros de un gigante, a pesar de ser de corta estatura. El gestor y hasta hace muy poco Gerente del Proyecto fue el Padre Francisco José de Roux SJ, quien es hoy el Provincial (Superior) de todos los Jesuitas de Colombia. Un hombre muy sencillo, que conozco personalmente, de vos suave pero muy firme, ortodoxo y comprometido, que nunca había ostentado autoridad alguna en la Compañía, salvo la dignidad que rodea su persona y su jefatura de esta obra que este año lo hizo merecedor a una distinción como promotor de la paz y la reconciliación de nuestro país.
Han venido a decir los áulicos, que el PDPMM ha favorecido la existencia de Falsas Víctimas que buscan aprovecharse de las indemnizaciones y sentencias a su favor. Pero como dice su decano “Falso de toda Falsedad”, nada más lejos de toda la verdad, y realmente entristece que personas que sabemos que no hacen parte de esa pérfida cofradía, como la señora Fiscal General de la Nación, hagan eco de estas acusaciones que sólo buscan torpedear esta, que es una de las pocas alternativas serias de búsqueda de la paz en esa región de nuestro país.
La “Mano-Negra” de la Ultra-Derecha se cierne nuevamente sobre nuestro país, como prueba del síndrome que padece de ausencia de poder.
Y como a la Mala Fe debemos pagar con Buena Fe, a estos y los demás embates hemos de responder,
En todo, Amar y Servir

lunes, 14 de noviembre de 2011

Juan Manuel, ¡Renuncie!

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate –  @elmiquitojpg


Desde luego que el miércoles 09 de noviembre Manizales marchó en honor a las cerca de 50 víctimas del Barrio Cervantes, por ello una de las consignas más repetidas fue la “Por el Agua, por la Vida, Manizales nunca olvida”, pero había una motivación adicional que llevó a más de 12 mil manizaleños a las calles: Exigir la Renuncia del Alcalde.

Esa noche Manizales se mostró cívica, seria y respetuosa pero INDIGNADA. Y el motivo de su indignación no es otro que la ineptitud de sus dirigentes, que se ha sumado a las conocidas dificultades que conlleva una ciudad ubicada en el filo de la montaña. Sin embargo, y como quedó claro durante la marcha, al Alcalde se le exigió que “No excuse su torpeza en la Naturaleza”.

No importa que de su nefasta gestión falten sólo 47 días, no importa que ya no sea técnicamente viable una solicitud de revocatoria del mandato, no importa que el daño ya esté hecho, lo que verdaderamente es importante, es que Juan Manuel Llano salga por la puerta de atrás, que sepa que su conducta mezquina e irresponsable mereció el desprecio y el reproche de miles de manizaleños que le dijeron: “Llano, Llano, LlaNoMás”.

La dignidad es una cualidad que nos es inherente por el solo hecho de ser humanos, también, según la RAE se trata de la “gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse”, por eso he sido insistente en que, si bien nos es natural, podemos ir acabando con nuestra dignidad, en especial entendida desde la mencionada acepción.

Porque si algo ha sido Juan Manuel Llano, es ser indigno. Su triunfo como Alcalde se debió a la coalición de partidos que han tenido el poder durante cerca de 15 años en Manizales, y sorprenden porque lograron emular los exabruptos de la otra pérfida coalición, alcanzando su mismo “éxito”, pero en mucho menos que los 40 años que esta estuvo allí encaramada. Su ejercicio no ha sido menos indigno, sólo es recordar la muestra de lambisquearía y arrodillamiento de que hizo gala cuando René Pérez Joglar, vocalista de la agrupación Calle 13, saliera a una entrega de premios con una camiseta de que decía “Uribe PARA bases militares” y en un acto de censura inaceptable, vetó el concierto de la que hoy es una de la bandas musicales más importantes del Continente.

Podríamos mencionar una gran cantidad de hechos que han empañado esta administración, con el necesario “broche de oro” de los hechos que nos llevaron a estar 410 horas sin agua y a la irreparable pérdida de medio centenar de personas. Sin embargo, sólo uno de los hechos que ha acaecido en esta nefasta administración hubiera ocasionado que un político decente, en otras latitudes, renunciara. Cosa, que desde luego acá en Colombia, no se estila.

Pero que sólo resten 47 días para el final del su mandato, que ya no sea técnicamente viable una solicitud de revocatoria del mandato y que el daño ya esté hecho, no son excusas para no seguir exigiendo, por nuestra dignidad y la suya: Juan Manuel, ¡Renuncie!.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Manizales Indignada y algunos Indignos

Simplemente dejo a su consideración esta imagen con la siguiente pregunta: ¿Se podrá ser más vil?


miércoles, 9 de noviembre de 2011

¡Manizales beso tu nombre!

Manizales beso tu nombre, que se escuchó gallardo, cívico y comprometido toda la noche
Que significa juventud, la de tus ideales, la de tus principios, la de tu compromiso con la vida
Beso la orilla de tu cielo, que hoy alberga a quienes nos dejaron, pero que nos esperan
Y de pie te canto salud, y canto por tu integridad, tu bienestar y por la alegría de tu gente

Sobre tu frente cruza un águila, que es el estandarte de tu altura, de tu hidalguía
Y a tus pies un río de miel, el de tus glorias, tus triunfos y tus alegrías
Y arde la vida bellamente, a veces arrebatada, mas siempre presente
En el varón y en la mujer, y en el niño y el anciano, en el padre y la madre, en toda la ciudad

La Patria entera oye la música, compuesta en el fragor del amor por nuestra patria chica
Que sale de tu corazón, y se esparce para que los que perdimos, no se hayan ido en vano
Y mira hoy hacia tu frente¸ y apunta hacia el mejor futuro que nos merecemos
 Que se levanta como el Sol, e irradia con su luz a toda una nación necesitada de esperanza

¡Por el agua, por la vida, Manizales nunca olvida!




martes, 1 de noviembre de 2011

312 Horas sin agua y contando...



Si a usted le dijeron que ya llegó el agua, o 

peor, que nunca se fue, LE MINTIERON,

como suelen hacerlo estos Ineptos y Reelegidos

Criminales que tenemos por Dirigentes de esta 

merecidamente cagada ciudad...

miércoles, 12 de octubre de 2011

5 Minutos con la Constitución VI

Nuestros Deberes: ¿Qué tenemos que hacer?



Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

En entradas pasadas hablamos de los Derechos que tenemos, en especial de los Derechos Fundamentales, inherentes a nuestra condición de seres humanos. Igualmente comentamos los mecanismos e instituciones creados por la Constitución de 1991 para la efectiva materialización de dichos Derechos.

A lo largo de los años, muchos críticos de la Constitución de 1991 han afirmado que esta fue excesivamente benévola en el asunto de los Derechos y muy poco exigente a la hora de exigir Deberes. Esto sería cierto si nos limitáramos a hacer un cálculo matemático del texto literal de la Constitución enfrentando los Derechos a los Deberes.

La clave de esta discusión está en el Artículo 95 de la Constitución que afirma:

La calidad de colombiano enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional. Todos están en el deber de engrandecerla y dignificarla. El ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidades.

Es la manifestación Constitucional de la expresión conocida: “Todo Derecho conlleva una obligación correlativa”.

Así deben ser entendidas la gran cantidad de potestades que nos otorga nuestra condición de colombianos. En el ejercicio de nuestros Derechos debe estar también presente el cumplimiento de nuestras obligaciones.

Por ejemplo, nuestra exigencia de ser tratados con Dignidad debe ir acompañada por un comportamiento ético que nos conduzca al reconocimiento de la Dignidad de los demás. Y si deseamos recibir respuestas por parte de la Administración, en ejercicio del Derecho de Petición, debemos ejercerlo dirigiendo la petición respetuosa y oportunamente, al funcionario competente y cumpliendo con los mínimos requisitos exigidos por la Ley.

Si deseamos ejercer un trabajo digno, y recibir en contraprestación una adecuada remuneración, debemos poner nuestro empeño y esfuerzo en el ejercicio de la labor encomendada, comprometernos con el empleador al cumplimiento de los estándares necesarios de calidad y servicio y promover condiciones adecuadas para el desarrollo de la labor con los compañeros de trabajo. No sobra recordar como lo hicimos en una pasada entrada que el Trabajo es un Principio fundante del Estado Social de Derecho en el modelo colombiano. 

Del mismo modo si aspiramos a ser respetados en nuestra libertad de expresión y difusión de ideas, debemos esforzarnos porque nuestras afirmaciones se correspondan con la verdad, o estén permanentemente en su búsqueda, que no pretendan el desprestigio de personas u organizaciones, y mucho menos si no contamos con pruebas para sustentar acusaciones.

Del mismo modo podríamos continuar con cada uno de los Derechos que nos asisten y subrayar las obligaciones que les son inherentes, la idea central del asunto debe versar en nuestra conciencia de que el respeto por los Derechos de los demás y nuestra búsqueda común de la efectividad de los mismos, refuerza nuestra legitimidad a la hora de exigir nuestros propios Derechos.

Es de aclarar también que existen circunstancias particulares que exigen un reconocimiento diferencial de ciertos Derechos y garantías para ciertas personas que están condiciones especiales. Estas condiciones especiales están señaladas en la Constitución y serán el tema de una próxima entrada.

Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

domingo, 9 de octubre de 2011

Falsos Positivos, Verdaderos Crímenes


Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg


Puede que muchas personas ya hayan dicho lo mismo que yo, pero me resisto a aceptar que toda Colombia no se levante en contra de esta conducta vil y miserable que han venido a maldefinir “Falsos Positvos”, y aun cuando toda Colombia levante su voz de indignación y protesta no será suficiente pues el daño, infortunadamente, es absolutamente irreparable. Se trata de una anomia premeditada que pretende hacernos errar.

No estoy seguro de ser una de tantas voces, o un solitario histérico en el desierto, que se indigna hasta el llanto al saber que hombres que juraron protegernos se han valido de los medios de la tortura y la barbarie, emulando los nefastos criminales que dicen perseguir, en la búsqueda de beneficios patrocinados por sus superiores, y los superiores de sus superiores, en procura de estadísticas que ilustren lo bien que va el restablecimiento del orden público en esta, que por ser la seguridad nuestra máxima aspiración, no deja, ni dejará de ser (espero fervientemente equivocarme), más que una republiqueta sin norte y sin futuro.

Porque el escándalo de los Falsos Positivos es, desde su denominación, una atrocidad de proporciones dantescas. Ya el hecho de afirmar que un Civil asesinado con las armas que pagamos con nuestros impuestos se trata de un Positivo, y que además es Falso, es una muestra del desprecio por la vida que inunda nuestro país y de la complicidad de los opinadores de Colombia, que han aceptado sin censura alguna que estos Crímenes de Lesa Humanidad, se tratan de “Falsos Positivos”. Pues estas deleznables conductas no son nada más ni nada menos que eso, Crímenes contra la Humanidad toda, que hieren a la sociedad al arrancar del seno de las familias a personas inocentes, que tal vez por su misma inocencia son la mejor carne de cañón que catapultará a los viles perpetradores a posiciones más altas o a descansos más largos y mejor remunerados.

Y la magnitud del asunto se agrava aún más (si eso es posible), porque hace parte del nefasto círculo vicioso de un país que ha caído en la falaz creencia de que su mayor problema es la inseguridad y ha optado por bajar la fiebre para curar el cáncer, con un descuido criminal por la solución de las verdaderas causas de los verdaderos males que nos aquejan. Por ello creo que un país en el que el mayor porcentaje de sus recursos está destinado a la adquisición bélica no merece un futuro mejor del que nos estamos forjando, condenando a nuestros jóvenes a la mezquina necesidad de definir como vocación la dicotomía de engrosar el hampa o las fuerzas armadas, que como ya vimos, también tienen hampones. Pero no es que el ejército o la Policía sean criminales por definición, sino que se han visto sumidos en una lógica maléfica que desnaturaliza sus fines y deslegitima su accionar.

Muy profunda es la contrición a que están obligados tanto los comitentes de estos inenarrables actos como sus determinadores, tal vez más culpables por su poder corrupto y corruptor y por su posición privilegiada. Además, el reproche que como sociedad estamos en mora de hacerles debe estar inspirado a la vez por la máxima humanidad que ellos han despreciado, y por el ánimo de ejemplarizar a otras personas para que en similares circunstancias, opten por las conductas apegadas al Derecho y a la Dignidad Humana.

Es nuestro deber como sociedad, si aspiramos a llegar a algo más que a un Estado fallido, alzar nuestra voz en contra de estos actos para asegurarnos que no quedarán impunes y en especial, que no ocurrirán nunca más.

lunes, 3 de octubre de 2011

¿Y Manizales qué?

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg



A finales del año anterior tuve la posibilidad de visitar Medellín. Como siempre, uno queda fascinado con la vida de la capital de la montaña, la amabilidad de la gente, el clima, la infraestructura, el comercio, entre otros. Aproveché una oportunidad que tuve, me monté en el Metro y me dirigí a la nueva línea del MetroCable, la “Jota”, inaugurada hace más o menos tres años, que conduce a los sectores de San Javier, Juan XXIII, Vallejuelos y La Aurora, en las comunas Nororiental y Noroccidental de esa ciudad.

Uno se siente como esos narradores omniscientes de las novelas, sobrevolando las zonas que hasta entonces eran la cara oculta del portentoso y próspero Medellín. El espectáculo es sobrecogedor, la miseria, la ropa colgada, los niños semidesnudos y barrigones recorriendo las intrincadas callejuelas que circundan las barriadas, los tejados con publicidades políticas descoloridas, que seguramente para esta época ya estarán retocados; se trata de un cuadro cargado con realismo mágico pintado con todo lo que ha sido Colombia. Sin embargo, ese recorrido es una prueba de que Medellín aceptó sus miserias, su atraso, y que reconoció que estos ocultos habitantes eran también medellinenses, paisas, antioqueños “de pura cepa”, y además que tenían derecho a acceder a esa Medellín cosmopolita e incluyente que conocemos en el resto del país y del mundo.

No hace mucho, me dirigía a mi oficina caminando, en el trayecto me crucé con la estación Centro del Cable Aéreo de Manizales. Vi como un desprevenido usuario descendía de un taxi y se acercaba a la portería de la estación, llevando consigo un maletín de viaje, por lo que presumí que se dirigía a la Terminal de Transportes. Un funcionario del Cable Aéreo le informaba al usuario que ese día y durante siete días más el servicio estaba suspendido por mantenimiento.

Esta escena llevó a mi mente inmediatamente a la línea del MetroCable de Medellín, y me puse a pensar en las consecuencias que tendrían la ocurrencia de un hecho similar en las líneas J o K del Metro antioqueño. Sin duda –pensé- en Medellín hubiera habido cuando menos una manifestación, tal vez también algunos disturbios y llamados de concejales y líderes comunales al pronto restablecimiento del servicio. Acá en cambio, no pasaba nada, tal vez sólo una pequeña rabieta del usuario distraído que se enteraba en la puerta de la inactividad del sistema, y que abordaba un taxi hacia la Terminal.

Me cuestioné entonces sobre la utilidad, necesidad y oportunidad del servicio que presta el Metro Cable de Manizales. Me pregunté si el trazado del mismo hacía parte de una política de movilidad para la ciudad, si se pretendía la satisfacción de las necesidades de transporte de las personas más necesitadas de la ciudad, tal como se hace en Medellín. Mis cuestionamientos se aumentaron con la nueva línea que está pendiente de ser inaugurada, que comienza en el sector del Cable y concluye en el ecoparque Los Yarumos. ¿Qué beneficios sociales traen estas líneas del Cable?, ¿cómo mejora la calidad de vida de los manizaleños al usar estos servicios?, ¿disminuyen los costos que las familias manizaleñas tienen que invertir en transporte?.

Mis dudas no solamente recaen sobre el logro de los objetivos sociales (si es que los hay) del proyecto, también me cuestiono sobre las ventajas económicas del mismo. ¿Será que el trazado actual ya construido, se corresponde con el sector que más población puede transportar el sistema?, ¿está garantizada la viabilidad financiera con base en los aportes de los usuarios del mismo, o será una carga más para los contribuyentes de la ciudad?, ¿cómo sería el promedio de uso, y consecuentemente, el de recaudación del Sistema si, por ejemplo, existiera una línea del Cable Aéreo con destino la Comuna Ciudadela del Norte donde está el grueso de la fuerza laboral de Manizales?.

Estoy presto a recibir las respuestas a estas y otras inquietudes, las cuales comparto con otros ciudadanos respecto de este proyecto, que valga acotar, está en el corazón y en las ilusiones de muchos manizaleños, incluso de los adoptivos, como yo.

martes, 27 de septiembre de 2011

5 Minutos con la Constitución V

¿Quién con Nosotros?
Las nuevas instituciones: Corte Constitucional, Defensoría del Pueblo y Fiscalía General de la Nación


Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

La Reforma institucional que introdujo la Constitución de 1991 en el Estado Colombiano fue bastante profunda. El surgimiento de nuevos departamentos en las antiguas intendencias, la creación de la Auditoría y la Contaduría General de la Nación, la posibilidad de dar paso a la distribución Regional como ocurre en España, en una mezcla entre el Centralismo y el Federalismo, una figura que nos hubiera ahorrado el apelativo de Patria Boba que todavía nos calza y que aún hoy sigue sin estrenarse.

Pero existen tres grandes novedades en la Constitución de 1991: La Corte Constitucional, La Defensoría del Pueblo y La Fiscalía General de la Nación.

En nuestro anterior encuentro hablamos del papel de la Corte Constitucional como Juez de Tutela, como defensora de los Derechos Fundamentales. Esta Corte tiene también otra importantísima función: La Guarda de la Integridad de la Constitución.

Esta labor la cumple a través del estudio que hace de las leyes y ciertos decretos y de su apego a la Constitución Política.

El artículo cuarto de la Constitución afirma que esta es norma de normas y que las demás de menor rango deben estar sujetas estrictamente a esta. La Corte Constitucional debe decidir si las Leyes demandadas por los ciudadanos algunas leyes antes de ser expedidas, como las que regulan Derechos Fundamentales y los Decretos del Presidente de la República expedidos en vigencia de los Estados de Excepción son compatibles con los Principios y planteamientos de la Carta y si no lo son los excluye definitivamente del ordenamiento jurídico.

Esta función de la Corte Constitucional pertenecía anteriormente a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en ocasiones dicha Corte acudía a su sala plena a estudiar los asuntos más relevantes, como ocurrió con el estudio del Decreto que convocaba a la Asamblea Constitucional para Reformar la Constitución.

La Asamblea Nacional Constituyente se inspiró en ciertas instituciones similares que existen en Francia, España y Alemania para la creación de la Corte Constitucional que inició sus labores el 07 de Julio de 1991 y ha contado como los más prestante juristas del país como sus Magistrados.

La Constitución creo también la figura del Defensoría del Pueblo, es la entidad encargada de velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos.

El Defensor del Pueblo será un miembro del Ministerio Público y en esa calidad podrá orientar e instruir a los habitantes del territorio nacional y a los colombianos en el exterior en el ejercicio y defensa de sus derechos ante las autoridades competentes o entidades de carácter privado. Divulgar los derechos humanos y recomendar las políticas para su enseñanza. Invocar el derecho de hábeas corpus e interponer las acciones de tutela, sin perjuicio del derecho que asiste a los interesados. Organizar y dirigir la defensoría pública. Interponer acciones populares, destinadas a la protección de los Derechos Sociales, Económicos y Culturales. Presentar proyectos de ley sobre asuntos de Derechos Humanos y otros. Puede estar presente en todos los juicios que se lleven a cabo y apoyar con asistencia jurídica y judicial.

Los ciudadanos pueden recurrir a esta entidad para que les asista en estos asuntos, igualmente todos los ciudadanos pueden participar de las diversas iniciativas de Difusión y Promoción de los Derechos Humanos que se llevan a cabo en todo el país.

Finalmente, otra de las instituciones creadas por la Constitución de 1991 fue la Fiscalía General de la Nación. Esta entidad es la encargada de investigar y acusar a las personas que presuntamente hayan cometido algún delito definido como tal en la Ley Penal.

Por medio de la Reforma Constitucional de 2002 que dio paso al Sistema Acusatorio, la Fiscalía sufrió un cambio profundo en su estructura y atribuciones. Anteriormente, autónomamente podía tomar decisiones frente a los Derechos de las personas inmersas en las investigaciones que adelantaba, inclusive privarlos de la Libertad. La Reforma le retiró estas atribuciones y limitó su accionar. Ahora, si considera que un investigado es un peligro para la sociedad debe solicitar su captura y retención a un Juez de Control de Garantías.

La Fiscalía está conformada por el Fiscal General y los fiscales delegados, quien tienen gran autonomía, son subordinados del Fiscal General, y éste puede reasumir el caso cuando así lo considere.

Estas tres instituciones fundadas por la Constitución de 1991 son protectoras de nuestros Derechos y a su vez veedoras de nuestras obligaciones… ¿Pero cuáles son nuestros Deberes?, éste será tema de una próxima entrada.

Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

martes, 20 de septiembre de 2011

5 Minutos con la Constitución IV

Nuestros Derechos: Los Derechos Fundamentales y su protección

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

La Constitución Política de 1991, como vimos en la anterior entrada cambió el modelo Colombiano, dio un giro de 180° respecto del papel del Estado frente a los ciudadanos. Una de sus grandes revoluciones fue el listado de Derechos que incluyó.

En la Constitución estos se encuentran clasificados en "Fundamentales", "Sociales, Económicos y Culturales" y "Colectivos y del Medio Ambiente". Cada clasificación refleja un estado de la evolución de los Derechos en la humanidad. Sin embargo en nuestro país la efectiva garantía de todos estos niveles de Derechos está mediada por la capacidad del Estado para responder a dichas necesidades. La Constitución nos brindó herramientas jurídicas eficaces para su protección.

Centrémonos en los Derechos Fundamentales. La Constitución hace un listado ubicado entre sus artículos 11 al 41: La vida, a un trato digno, a la igualdad, a la personalidad jurídica, la intimidad, el libre desarrollo de la personalidad, la libertad de conciencia, de cultos, de expresar libremente el pensamiento, la honra, la Paz, el Derecho de Petición, de libre circulación, al trabajo, la libertad de enseñanza, aprendizaje, investigación y cátedra, al Debido Proceso, a recurrir las decisiones judiciales, al asilo, a la protesta, a la libre asociación, a la unión sindical, a la participación política activa y a conocer la Constitución.

Este listado que en principio se concibió como definitivo fue ampliado por medio de las sucesivas decisiones de la Corte Constitucional, la cual en su papel de Juez de Tutela, ha agrandado ese catálogo y definido el alcance de varios de los mencionados Derechos.

La Acción de Tutela es el mecanismo creado por la Constitución de 1991 para la efectiva protección judicial de los Derechos Fundamentales. Es un procedimiento que se caracteriza por la rapidez y la oportunidad de la decisión que debe tomarse y porque se trata de un proceso especial que se tramita de manera excepcional.

La Acción de Tutela no requiere de Abogados para ser presentada, ni siquiera debe hacerse por escrito, lo más recomendable es que la persona que considera que alguno o varios de sus Derechos Fundamentales está siendo violentado escriba un breve relato en el que le cuente al Juez de Tutela los hechos que según él constituyen la mencionada violación, los Derechos que considera ultrajados y el agente de dichos actos. El Juez, que puede ser cualquiera de la jurisdicción en la que ocurrieron los hechos denunciados, tendrá 10 días para tomar una decisión en la que ordenará que los actos violatorios de los Derechos Fundamentales cesen inmediata y permanentemente, niegue la existencia de dicha violación o afirme que la violación ha cesado de manera definitiva. Las partes interesadas pueden oponerse a la decisión tomada por el juez y su superior dispondrá de 20 días para tomar la que considere adecuada.

En nuestro país los Derechos Fundamentales por los cuales la gente recurre con mayor frecuencia a la Acción de Tutela son la Salud, el de Petición, la Educación y el Libre Desarrollo de la Personalidad.

La Salud es uno de esos Derechos que no están en el listado del 11 al 41 que incluyó la Constitución. La Gente empezó a solicitar su amparo por medio de la figura de la Conexidad, es decir afirmado su vinculación directa con el Derecho Fundamental a la Vida y a la Dignidad Humana. Por ese camino La Salud empezó a trasegar por el sendero que la condujo a ser elevada al rango de Derecho Fundamental por la Corte Constitucional.

Los contradictores de la Acción de Tutela afirman que es un mecanismo anti-técnico que frena el aparato de justicia y que causa una gran inestabilidad jurídica, que le sale muy costosa al país y que ha creado la Gran Tiranía de los Jueces, que excusados en las decisiones de Tutela se convierten en reyezuelos sin límites.

Las críticas desconocen los grandes avances que la Acción de Tutela ha traído a la materialización de la verdadera justicia en Colombia. Este mecanismo ha empoderado a las personas de la protección legítima de sus Derechos Fundamentales. La gran cantidad de Tutelas que se presentan, y que ciertamente atiborran el aparato de justicia se deben al actuar defectuoso y muchas veces malintencionado de autoridades y prestadores de Servicios Públicos, en especial la Salud, que no cumplen con sus deberes y deben ser requeridos por la autoridad judicial. Los jueces de Tutela en efecto actúan con mucha libertad, pues el marco de sus decisiones es el de la Constitución Política misma y ellos están en el deber de tutelar los Derechos frente a quienes atentan contra ellos.

En esa labor la Corte Constitucional no está sola, la Constitución de 1991 creó nuevas instituciones, que serán el tema de una próxima entrada.

Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

5 Minutos con la Constitución III


    El cambio de paradigma: Nuevos Principios, La Dignidad Humana, El Trabajo, la Solidaridad y la Prevalencia del Interés General.



Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

El futuro estaba en nuestras manos. El documento final de la Constitución ya estaba terminado y su vigencia dependía de la interiorización por parte de todos los colombianos de sus nuevos planteamientos.

El giro que dio Colombia con este nuevo texto fue de 180°, la orientación y el enfoque de la Constitución de 1991 son completamente distintos a los de su antecesora. Desde el artículo primero se avizoran los cuatro nuevos principios que son eje de esta nueva Colombia: La Dignidad Humana, El Trabajo, La Solidaridad y la Prevalencia del Interés General.

Estos cuatro principios son transversales a todo el texto constitucional y en consecuencia a todas las normas de menor jerarquía. El mejor ejemplo del cambio del paradigma está en la Ley 599 de 2000, es decir en el Código Penal. Esta Ley, expedida nueve años después de la entrada en vigencia de la Constitución, afirma en su Artículo Primero que: El Derecho Penal tendrá como fundamento el respeto a la dignidad humana.

El hombre se ubicó en el centro de nuestra Constitución, y en función suya están todas las instituciones que ésta construyó. El Estado debe ser entonces un medio para el cumplimiento efectivo de las necesidades básicas de todas las personas, no al contrario como ocurría en el pasado, un obstáculo para la satisfacción de esas necesidades.

El nuevo modelo de Estado nos hace corresponsables de un futuro común.

Comprender en qué consisten estos cuatro principios nos dará una idea clara de cómo es nuestra Constitución, veamos:

La dignidad humana es el respeto inherente a toda persona, que merece por el sólo hecho de serlo. Es por lo tanto, el origen y la fuente de todos los demás derechos y principios inspirados en una Constitución del talente de la nuestra. La dignidad, por lo tanto reviste los demás derechos y principios, pues es un requisito para la efectiva materialización de los mismos. Incluye en sí misma la búsqueda de la plenitud de hombre para que tenga la posibilidadde expresar todo su ser, todo su potencial. La dignidad es la posibilidad de ser hombres, de serlo plenamente.

El trabajo, por su parte, se trata de un Derecho-Deber, un Principio, porque los ciudadanos que estén en edad laboral tienen la obligación de hacerlo, si es que desean solventar sus propias necesidades, partiendo de la premisa (un poco egoísta) de que las mismas sólo le competen e interesan a él y que por lo tanto sólo es el único beneficiado de dicha prestación, sin embargo, es también un Derecho, pues el trabajo humano no puede estar al arbitrio exclusivo de las Fuerzas del Mercado que terminarían por convertir a los obreros en meros medios para la adquisición de más y más riqueza (consideración mucho más egoísta), y por lo tanto debe ser regulado, al establecer unos mínimos que garanticen a los trabajadores la posibilidad de que, a cambio de su labor, se les retribuya con lo necesario para su subsistencia digna. El profesor Germán Isaza Cadavid afirma al respecto que “la fórmula el trabajo es un derecho y una obligación social” equivale al enterramiento del individualismo radical.‖

Por su parte la Corte Constitucional ha afirmado que la solidaridad es un valor constitucional que presenta una triple dimensión. Ella es el fundamento de la organización política; sirve, además, de pauta de comportamiento conforme al que deben obrar las personas en determinadas situaciones y, de otro lado, es útil como un criterio de interpretación en el análisis de las acciones u omisiones de los particulares que vulneren o amenacen los derechos fundamentales y agrega que la solidaridad ha dejado de ser únicamente un precepto ético y reviste, en el Estado Social de Derecho, un valor de primer orden en cuanto a la sujeción de los particulares a la Constitución y a la ley. La solidaridad garantiza la meta común de la materialización de los derechos de todos.

Finalmente, respecto de la Prevalencia del Interés General podemos decir que constituye el principio más propio del Estado Social de Derecho, toda vez que representa la garantía efectiva de los derechos al mayor número de personas, sin ir, precisamente por ser democrático, en desmedro de los intereses de los particulares ni mucho menos de las minorías.

Estos cuatro principios están reflejados en los Derechos que tenemos como colombianos, que serán el tema de una próxima entrada.

Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

martes, 6 de septiembre de 2011

¿Horror con Horror se paga?


Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

Tenía 14 años, estaba en el colegio y las clases fueron suspendidas, exigimos saber qué estaba pasando y nos condujeron a la sala de videos, allí rutilante CNN nos mostraba las horrorosas imágenes de las portentosas Torres Gemelas en llamas, la indescriptible sensación de pánico que se veía en los rostros de los newyorkinos que protagonizaban ese holocausto, y que nosotros, en la seguridad del colegio, veíamos en vivo gracias a la “magia de la televisión”.

Teníamos clase de español y el profesor -Antonio Ma. Cadavid López- nos dijo: ¡El mundo no volverá a ser el mismo!. No se equivocó.

El espanto no cesaba y ante nuestros ojos incrédulos colapsaban las que por un momento fueron las mayores alturas construidas por el hombre, en una bola de polvo horrible que evocaba las películas apocalípticas. El ataque, como recordamos, no se limitó al World Trade Center, también el Pentágono fue impactado por uno de los Aviones secuestrados por los musulmanes fundamentalistas, y también trataron de atacar la Casa Blanca, lo que fue impedido, no por los ejércitos trillonariamente dotados, sino por los valientes pasajeros que dieron su vida por la seguridad de su nación.

El 11 de septiembre de 2001 es una fecha indeleble en la historia de la humanidad, y lo es mucho más porque el horror inenarrable que presenciamos ese martes negro fue la causa, acaso la excusa, para una serie de hechos tan atroces como los que presenciamos, pero sin la espectacularidad de los acaecidos en New York y Washington y sí con el silencio cómplice de medios de comunicación, testigos y protagonistas.

La revancha por esos sucesos no se hizo esperar. Estados Unidos lanzó su campaña de Lucha Frontal contra el terrorismo a nivel mundial, con lo que consiguió una nueva excusa para seguir siendo el “Gendarme del Mundo”. El panorama se volvió de un gran peligrosísmo, todos eran sospechosos, tener un rasgo medio-oriental los convertía en objeto de observación, de persecución, y en sujetos exceptuados de los Derechos Humanos.

De ahí surgieron los excesos de Abu Ghraib, en los que militares norteamericanos demostraron su desprecio por la Dignidad Humana, los abuzos de Guantánamo, prisión sin jurisdicción localizada en la ilsa de Cuba, en la que se recluyeron cientos de personas sin acusaciones formales y otras tantas fueron enjuiciadas sin garantías de ninguna clase por tribunales de Guerra. Los excesos que rayaron con la tortura, reconocidos con desparpajo por el Presidente George Bush, quien también los defendió como una práctica legítima y necesaria, como una muestra del desprecio de los EEUU al DIH.

De la misma política surgieron las invasiones a Iraq y Afganistán, aún en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que EEUU tiene Derecho de Veto, inexplicable hoy como cuando le fue concedido.

En el curso de estas campañas bélicas, que entre otras son culpables, al menos en parte, de la debacle financiera en la cual se vio sumido ese país en 2008, y de la que parece ser víctima nuevamente, se han cometido tal cantidad de exabruptos en contra de personas inocentes en esos países que el cálculo es imposible. Sólo hasta que apareció el héroe-villano Julian Assange con sus WikiLeaks, empezamos a vislumbrar la magnitud de la barbarie.



Sólo por citar un ejemplo, espero no arquetípico de la conducta de las tropas aliadas en Afganistán, uno de los mencionados Leaks reveló que un contingente militar acribilló a varios civiles entre ellos a una anciana y a una menor, y posteriormente solicitaron un bombardeo al lugar de los hechos con el fin de borrar las evidencias de semejante crimen, suceso que se suma a otros hechos conocidos, y seguramente distorsionados, no menos espantososos.

Ese fatídico 11 de septiembre de 2001 murieron cerca de 3.000 personas en medio de los viles ataques talibanes, pero el cálculo de las bajas del bando contrario obliga a afirmar que por cada muerte ocurrida en el 11-S, Estados Unidos, el adalid de la Libertad, ha cobrado al menos 30 vidas más, para un saldo de cerca de cien mil personas muertas, con la ya manida excusa de la lucha frontal contra el terrorismo, sin mencionar los abuzos en los aeropuertos, las desapariciones forzadas no denunciadas, y los tantos hechos que fueran exhibidos como inconexos, pero que tienen cuna en ese martes nefasto, ocasionando, lógicamente, la instauración de círculos viciosos de violencia y venganza, que difícilmente tendrán fin en el futuro próximo.

La ley del talión fue un principio de justicia y de proporcionalidad en la Ley Penal, el “ojo por ojo, diente por diente” pretendía limitar el uso de la fuerza represiva, años después el Padre de la No Violencia "El Mahatma" Ghandi afirmó: “Ojo por ojo y el mundo terminará tuerto”, en este caso el mundo terminó descuartizado.


lunes, 5 de septiembre de 2011

5 Minutos con la Constitución II

Un puente al Futuro II: La Séptima Papeleta, ¡Bienvenidos al Futuro!



Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

Las circunstancias del país exigían la materialización de cambios verdaderos que hicieran factible una modificación profunda en la vida de los colombianos, que les permitiera vivir mejor. Fueron los jóvenes quienes se hicieron los portavoces de esta inquietud de toda la nación. De ellos, especialmente de estudiantes de diversas carreras de la Pontifica Universidad Javeriana, la Universidad del Rosario y de la Universidad Externado de Colombia surgió el Movimiento de la Séptima Papeleta. 

El Movimiento se consolidó después de las muertes del Líder Liberal Luis Carlos Galán, del líder de la Unión Patriótica Bernardo Jaramillo Ossa y del Líder del movimiento guerrillero recién desmovilizado M-19, Carlos Pizarro Leongómez, que expresaron su rechazo a la situación de violencia en Colombia, especialmente durante los gobiernos de los presidentes Belisario Betancur y Virgilio Barco.

A través de la Séptima Papeleta se promovió la introducción de una papeleta electoral adicional a las seis oficiales, en las elecciones de marzo de 1990, a fin de promover la convocatoria de una Asamblea Constitucional en Colombia. La respuesta de la población en las urnas reflejó el movimiento masivo que se había conformado en torno a la iniciativa, aunque la Registraduría General ni siquiera contabilizó los votos que fueron depositados; sin embargo el mensaje ya estaba enviado, era claro que una gran Reforma era un reclamo de la sociedad y una obligación para la legitimidad del poder.

El Gobierno Nacional consciente de las particulares circunstancias en las que el país estaba inmerso, decidió expedir un decreto cuyo contenido planteaba el cumplimiento del mandato consignado en la última elección y los lineamientos para la convocatoria. Por medio del mismo se procuraba definir estrictamente la competencia de la Asamblea Constitucional a ciertos temas seleccionados con mucho cuidado por el Presidente César Gaviria Trujillo y en el que estuvieran presentes la gran mayoría de las fuerzas políticas nacionales.

Para sorpresa de muchos el análisis de constitucionalidad hecho por la Corte Suprema de Justicia en pleno, llevó a la declaratoria de la constitucionalidad del decreto, pero con la supresión de las temáticas que limitaran el poder de la Asamblea. La Asamblea Constitucional comenzó sus sesiones el 05 de Febrero de 1991 y con su instalación el Congreso Nacional quedó cesante. Su misión inicial era la de Reformar la Constitución de 1886, sin embargo en sus primeras deliberaciones la Asamblea decidió modificar sus funciones y pasó de ser Constitucional a Constituyente y quedó facultada para Reemplazar la Constitución.

A esta cita democrática concurrieron 70 Delegados elegidos popularmente de todas las vertientes Políticas del país: 25 Liberales Oficialistas, 19 miembros del M-19, 11 de Salvación Nacional, cinco Conservadores Oficialistas, cuatro Conservadores Independientes, dos delegados de la Unión Cristiana, dos de la UP y dos de los Indígenas y de otras listas. La diversidad estaba asegurada.

Esta cualidad se acentúo cuando la Asamblea decidió darse una Presidencia colegiada, conformada por Álvaro Gómez Hurtado, del Movimiento de Salvación Nacional, Antonio Navarro Wolff, de Alianza Democrática M-19 y Horacio Serpa Uribe, del Partido Liberal Colombiano.

La sesiones, como estaba definido en el mandato que recibió la Asamblea, debían concluir el 04 de Julio y en un caso sui generis en la política de nuestro país, la Asamblea cumplió dicho plazo. En el acto de lanzamiento de la nueva Constitución los tres Co-Presidentes pronunciaron al unísono el Preámbulo de la Carta:


Por su parte cuando el turno de los discursos le correspondió al Presidente Gaviria, él le dijo a todos los Colombianos: ¡Bienvenidos al Futuro!.


Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

lunes, 29 de agosto de 2011

5 Minutos con la Constitución I

Un puente al Futuro I: 100 años de la Constitución de 1886 y crisis de las instituciones



Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg


En 1986 Virgilio Barco presidió las celebraciones de los 100 años de la Constitución de Rafael Núñez, vigente desde 1886, desde esa época ya se venía hablando de la necesidad de modificarla, esto se había intentado por medio de dos reformas que presentó el gobierno del presidente Barco, pero que no prosperaron debido a que se propuso convocar a un "Referendo extraordinario por la paz y la democracia", durante el trámite de la reforma constitucional proyectada para el 21 de enero de 1990 para consolidar los acuerdos de paz con la guerrilla del Movimiento 19 de abril (M-19), perodebido a la presión violenta del narcotráfico, se quiso aprovechar la consulta con el pueblo para que se pronunciara también sobre la extradición, lo que causó que el gobierno desistiera de la totalidad del proyecto.

De origen Conservador, la Constitución de 1886 ya había sufrido sucesivas reformas que habían matizado esa orientación. Las Reformas Liberales dieron el voto a las mujeres, disminuyeron la mayoría de edad, y dieron paso a la elección popular de Gobernadores y Alcaldes, aunque también consolidaron el Frente Nacional.

¿Pero qué pasaba desde aquella época que varias fuerzas del país solicitaban una gran reforma?, pues estamos de acuerdo en que cuando las cosas van bien no hay que hacer cambios sino ajustes para que vayan mejor, el contexto de estas solicitudes está demarcado por una parte oscura de nuestra historia reciente.

Era el reino del siniestro Pablo Escobar, el mayor delincuente de nuestro país y uno de los peores del mundo. Su inmenso poder, basado en los escandalosos ingresos que tenía fruto del Narco-Tráfico, le permitió declarar una guerra sin cuartel contra el Estado Colombiano que tambaleó frente a su estrategia de corrupción y terror. 

Las fuerzas vivas de Colombia afirmaban que la Constitución de 1886 no brindaba las herramientas que un país tan convulsionado necesitaba para afrontar esos grandes retos, la Reforma era imperativa para salir de ese caos en el que estábamos sumidos.

Las elecciones presidenciales de 1990 fueron, sin dudas, las más sangrientas de las que tenemos noticia. En el curso de la campaña sucumbieron a manos de la delincuencia Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro, cuatro de los aspirantes a la Presidencia y junto a ellos centenares de ciudadanos víctimas de desquiciados actos de terrorismo.

César Gaviria Trujillo recibió las banderas de Luis Carlos Galán, quien era el favorito en todas las encuestas, entregadas por su hijo durante el sepelio y arrasó con un 48 % de los votos frente a sus tres contrincantes. Una de las propuestas de su campaña era la de la convocatoria a una Asamblea Constitucional, que buscara una reforma profunda de la Constitución y a sus instituciones.

Varios estamentos de la sociedad civil, en especial jóvenes estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad del Rosario y del Externado de Colombia empezaron a promover un movimiento que le diera viabilidad jurídica a una citación a una Asamblea Constitucional, que se enfrentaba con la dificultad que representaba el procedimiento contenido en la misma Constitución del 86 para su reforma.

Así nació el Movimiento de la Séptima Papeleta, que será el tema de la próxima entrada.

Nota del Redactor: Esta entrada hace parte de un grupo de nueve ensayos breves conmemorativos de los 20 años de la Constitución Política de Colombia, difundidos a través de la Emisora Cultural Caldas FM, de la Gobernación de ese Departamento.

martes, 16 de agosto de 2011

Ke Q’nta Mai?

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg



A pesar de que nos cueste aceptarlo, el Facebook y otras redes sociales se han convertido en una herramienta para algunos, y en un must para otros. Yo me encuentro en el selecto grupo de la intersección entre herramienta y vicio. A diario mínimo cuatro entradas garantizan estar al tanto de la “actualidad” de todas las personas que he o me han aceptado como “amigos”, de los cuales en su gran mayoría no pasan de meros “conocidos”.

Esta manía, casi compulsiva, me ha permitido percatarme de una serie de hechos que me parecen, cuando menos, preocupantes.

Tengo la oportunidad de contar entre mi selecto grupo de casi 3.000 “amigos” de Facebook con muchos niños y jóvenes de entre 10 y 18 años, de los que se pueden catalogar como “niños bien”, agrupando en esta odiosa clasificación a alumnos y exalumnos de varios colegios del estrato alto principalmente de Manizales y algunas otras ciudades.

Al hacer efectiva la mencionada manía y poner en mi navegador www.facebook.com y dar clic en inicio me doy cuenta de todas las actualizaciones que los mencionados jóvenes han hecho en las últimas horas.
Por cada lapso entre entrada y entrada, estos jóvenes, que parecen ser tanto o más adictos que yo, han subido fotos, videos, actualizado estados, se han unido a grupos y hecho comentarios de toda índole frente a las publicaciones de sus “amigos”.

Lo que al principio definí como preocupante, ocurre en la tonalidad que usan estos “niños bien” y en el contenido que suben a las redes sociales. Todo me indica que entre muchos de estos jóvenes impera una cultura que hace culto al hampa, al crimen, a los modismos y la jerga de un bajo mundo, que sinceramente ellos desconocen en sus verdaderas facetas, pero con el cual están familiarizados a través de los medios de comunicación, las mismas redes sociales y más recientemente, incluso desde los video juegos.

Es un lenguaje intencionadamente soez, pero que curiosamente no pretende ofender, sino, por el contrario, ratificar los lazos de amistad que existen entre ellos, en esa mezcla de la particular aparcería que existe entre los miembros del hampa, que con curiosos (¿?) códigos éticos, no les tiembla la mano para desaparecer al contrario, pero que arriesgarían su propia vida en protección de sus pares.

En la separata dominical del diario La Patria de Manizales, el Dr. Orlando Mejía Rivera, hace una encarnada crítica a este modelo de apología al crimen que hacen medios de comunicación y otros estamentos, como agentes de un sistema de ideologización favorable hacia el crimen. El médico y escritor afirmó: “Esta “traquetización de los ricos” es, en realidad, la impregnación de los rasgos y valores mafiosos a toda la sociedad colombiana, incluyendo los pobres, la clase media y los ricos. De ahí la apología del “capo”, la “prepago” y el mundo “sicarial” en la televisión, el cine y la narrativa popular.”1 Es a esta avalancha de información que refuerza la apreciación positiva que estos jóvenes parecen tener de este tipo de conductas a la que hacemos referencia, y que se ve reflejada en el contenido que sin reparo en lo que de ellos pudieran decir sus demás “amigos”, suben en las redes sociales. Pero el asunto no termina allí, lo más preocupante es que estos jóvenes han incorporado no sólo la jerga sino también los modos y el aspecto de este sector, infortunadamente no opacado de la sociedad. Es el reino del “siete”, de las cadenas, de las camisetas manga sisa, es la elevación de una estética ramplona y vulgar a la altura de aspiración personal, y tal vez (espero que no), generacional.

Sinceramente espero que esto no sea más que una moda pasajera, y que no sea el reflejo del íntimo deseo de estos jóvenes, pues es suficiente la ilustración que respecto de la búsqueda del dinero fácil y sus consecuencias en la sociedad colombiana hemos tenido. Espero que este escrito, que no sólo está colgado en el blog “Tan Lindo El Miquito”, sino que lo enviaré a las directivas de varios colegios, sea un llamado de atención para que Familias e Instituciones Educativas tomen, INTELIGENTEMENTE, cartas en el asunto.

1 Tomado del artículo "El arquetipo del astuto y las culturas mafiosas". Publicado el domingo 14 de agosto de 2011, en la separata cultural Papel Salmón, del diario La Patria de Manizales.