Hace unos días, en un encuentro de planeación
estratégica de nuestra organización a nivel regional, me preguntaron el porqué
de mi membresía a la misma. La respuesta que di, la puedo compartir a muchos
amigos quienes, al recibir la invitación para esta ocasión me respondían con
cierto asombro, pero qué es la JCI.
La respuesta institucional, es que la JCI, es una
organización de jóvenes líderes, con interés de crear cambios positivos, buscar
el mejoramiento de sus miembros y del mundo que nos rodea. Para mí, la JCI es
un medio muy eficaz para contribuir a la misión que comparto con millones de
personas de Construir un Mundo Mejor.
No hace mucho que hago parte de esta organización,
y por ello fue muy sorpresivo el voto de confianza que mis compañeros del
Capítulo Manizales me otorgaron al elegirme, por consenso, Presidente. Yo he sido formado desde mi niñez en el
servicio al prójimo, y es en respuesta a esa formación, que acepté esta tarea
que hoy se ratifica con todos ustedes como testigos.
Quiero, desde el liderazgo que me han otorgado,
consolidar a esta organización, sobre la solidez de sus principios, porque el
Credo que promulga, es a la vez un Proyecto de Vida y un Plan de Acción, pues
corresponde a valores que fundan nuestra sociedad y la pueden convertir en un
espacio de compartir con el otro y aprender de él, de construir ciudadanía
activa, de hacer que hombres y mujeres jueguen un rol constructivo en la
sociedad y busquen hacer de éste, un mundo digno y justo.
La JCI es pues un medio eficaz para materializar
ideales que puedan parecer ilusorios para algunos, pero para nosotros, criados
en la generación que ha visto los más grandes y asombrosos progresos de la
humanidad, esos ideales son metas realizables, y lo son, principalmente porque hay
personas dispuestas a luchar por ellos, y a capacitarse para lograrlo, porque a
lo que aspiramos en la JCI, y estoy seguro que en otras instituciones
voluntarias, algunas de las cuales hago parte, es a prestar un Servicio Cualificado, que pueda responder
a las apremiantes necesidades de una sociedad que a la par de los dichos
progresos, ha sido protagonista y víctima de horrores inenarrables.
Por eso, la tarea que asumí y el liderazgo que
recibo, no estoy dispuesto a ejercerlos sino es con la sinergia que surge de la
unión por ideales comunes, por sueños para construir, y con el compromiso de
personas e instituciones que sumen a estos ideales y que aporten su
experiencia, determinación y empeño, en la meta de contribuir a esa sociedad en
la que todos podamos vivir juntos y en paz y prosperidad.
No puedo finalizar, sin pedirles sus oraciones y
sus buenos deseos, para que el Padre Eterno, me permita ejercer esta tarea de
la manera más sencilla y eficaz que me sea posible, y que al finalizar este
período, pueda yo dormir con la tranquilidad de haber hecho su voluntad, y con
ello, haber hecho de este Manizales de Alma, de este Caldas Fecundo y Sonoro, y
de esta Colombia, Bella y Enlutada, lugares un poco mejores para las
generaciones que habrán de sucedernos.
¡Que así sea, mil gracias!
JUAN PABLO
GUTIÉRREZ ALZATE
Presidente
JCI - Manizales