Tal vez uno de los puntos más relevantes y destacados del Magisterio del Papa Francisco es su compromiso con el Medio Ambiente, en el que se destaca su Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la Casa Común, y la subsiguiente Laudate Deum sobre la Crisis Climáticas.
En la Encíclica Laudato Si’, el Papa centra su preocupación en cuatro puntos, igualmente importantes: i) los Jóvenes afectados por la Crisis Ambiental, ii) las comunidades aborígenes responsables del cuidado de las mayores reservas ambientales del mundo, iii) la pérdida de especies vegetales y animales y finalmente, iv) sobre los Migrantes Climáticos.
En el concierto de voces que se levantaron frente a este llamado del Papa en defensa de la Tierra, recibió muchas críticas por la supuesta participación de Francisco en temas ajenos a su deber y sobre los que no contaba con la información suficiente, y otras que recogieron este llamado y lo tomaron como propio, algunos para alimentar una agenda secreta con fines políticos y otros para promover verdaderas acciones de impacto global para revertir la Crisis Ambiental, lo que es en últimas un desafío existencial para la Humanidad.
Otro de los puntos muy criticados, especialmente por políticos y religiosos reaccionarios, fue la defensa integral de los migrantes desde su primer acto público en Lampedusa, en donde denunció que el Mediterráneo, que antes era un lugar de comunicación entre pueblos y civilizaciones, se ha convertido en un cementerio, donde tristemente quedan los restos de aquellos que huyeron de sus hogares buscando un mejor futuro y se encontraron con el final de sus vidas en la tierra.
Ninguno hizo el clic entre las preocupaciones ecológicas del Papa y la crisis migratoria.
Especialmente en su preocupación por los Migrantes Climáticos, que no tienen otra alternativa que abandonar sus hogares porque simplemente la tierra ya no les brinda más albergue por el aumento en el nivel de las aguas, o al contrario, porque la aridez de la tierra es tal que no es posible asegurar su sustento, el clamor de Francisco para que la Comunidad Internacional tomara acciones serias para revertir la Crisis Climática no fue escuchada.
¿Qué tal si los Políticos que tildaron a Francisco de Woke y Progre, y de tratar de subvertir las Leyes Migratorias, hubieran tomado las medidas concretas, por ejemplo, contra el vertimiento de aguas residuales en los grandes afluentes hídricos del mundo y de CO2 en la atmósfera?
Seguramente si le hubieran copiado al Papa, la crisis hubiera sido menos grave y muchísimos de los que llegaron a sus territorios, no hubieran tenido que abandonar sus vidas en sus propios países.
Nunca es tarde.
Juan Pablo Gutiérrez-Alzate