jueves, 15 de enero de 2015

Est que #JeSuisCharlie?

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

Con terror asistimos a la terrible jornada de odio fundamentalista que segó la vida de 14 personas, 12 de ellas colaboradoras del Semanario “Charlie” de París y dos policías, uno de ellos de origen musulmán.

Al día siguiente, otra escena terrorífica: Un Estado Soberano, persiguiendo a los presuntos responsables, y dándoles de baja sin fórmula de juicio, sin Derecho a la Defensa, sin Apelación de ninguna clase.

¿Lo merecían? Si estuviéramos en la época de la Ley del Talión definitivamente SÍ. Pero hace años, supuestamente, la superamos y estamos en la época del Estado de Derecho, del respeto por los Derechos Fundamentales, de la Dignidad Humana como criterio orientador del Ius Puniendi, de la aplicación institucional de dolor.

Nada de eso ocurrió, no se los trató como Seres Humanos, se transformaron en presas a cazar, en ratas inmundas que debían ser exterminadas, y se perdió la oportunidad de llevarlos a Juicio, en el que con las garantías procesales correspondientes, la Sociedad representada en sus Jueces, reprochara definitivamente su actuar irracional, absurdo, contario a la Fe que dicen tener,  y por el contrario, los transformaron en Mártires de la Yihad. Error.

“#JeSuisCharlie!” fue el grito encendido que prendió el mundo en pocas horas. Millones nos sumamos a las manifestaciones de repudio frente a éste acto barbárico, atroz, irracional, y comenzó un movimiento mundial por la Libertad de Expresión.

#JeSuisCharlie #JeSuisCharlie #JeSuisCharlie

Moi aussie, yo también soy Charlie, la revista que atiza el odio y ofende, que blasfema y hiere el sentimiento de los creyentes, que con un humor facilista, casi coprológico, busca hacer reír a costas de la honra de los otros.

La Vida es Sagrada, y no existe excusa alguna, particularmente de origen religioso, para acabar con ella, porque como bien lo decía el ateo José Saramago “Quien mata en nombre de Dios, convierte a éste en un asesino”. Sin embargo, la amenaza que se evidenció no fue la de un ataque aleve a la Vida, por el contrario, lo que salió a reclamar el mundo fue el soberanos Derecho a informar, a opinar, a ofender. Al parecer, esa es la Piedra Angular de la Democracia moderna.


Tres millones de ejemplares circularon ayer, 14 de Enero, de una nueva edición del semanario. La Libertad de Expresión intacta, que según vimos es el valor fundamental de esta sociedad en la que todos los días se hace más palpable la frase clarividente de Mark Twain “Si no lees el periódico, serás un desinformado; si lees el periódico, serás un mal informado”. Y salió el Profeta Muhammad (مُحَمِّد), el hombre deificado por nuestros hermanos musulmanes, también diciendo que Él es Charlie, y que todo estaba perdonado.

¿Perdonado por quién y por qué?, ¿Quién pidió ese perdón?, ¿Quién lo dio?

Y sobre todo, ¿En qué consistió? ¿En una muerte a manos de un Estado que aplica la "justicia" del Ojo por Ojo?

¡Mejor, qué el Señor nos perdone por destruir su máxima creación, por nuestra indolencia con los que sufren, por el que muere, abatido por las balas mercenarias de quienes han hecho de Dios una excusa ideológica, o dado de baja por las armas legítimas del Estado, o por los que a diario, parten de esta tierra con el único recuerdo del olvido de sus congéneres!

Yo la verdad, no creo que sea Charlie, pues como hoy en Filipinas dijera el Papa Francisco “Existe límite a libertad de expresión pero matar en nombre de Dios es una aberración”.

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