jueves, 27 de enero de 2011

Doble instancia para los Congresistas: No, No y No

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg



Uno de los pilares de la Democracia es la garantía que tienen los ciudadanos de tener un Juicio Justo, Imparcial, y que además pueda ser impugnado ante un superior funcional que pueda valorar las pruebas aportadas de otro modo, y así otro juez (o un tribunal) falle.

Esta es una de las garantías mínimas que debe tener toda Democracia, más allá de la simple realización de elecciones, como requisito formal de legitimación del poder, y con base en la cual Colombia afirma ser la Democracia más antigua de América Latina (sin comentarios). La Doble Instancia es un Derecho Fundamental.

Pero como ya lo anuncio en el título de esta entrada, mi posición frente este particular cuando se trata de los congresistas es opuesta.

¿Contradictorio el miquito?, pues a circunstancias iguales, tratamiento igual. Por eso no soy contradictorio, o alguien se atreverá a decir que los ciudadanos de a pie y los congresistas estamos en circunstancias iguales. Sólo comenzando con el salario que devengan, muy distinto al que devenga la mayoría de la población nacional[1], pero sobre todo y más importante, es la dignidad de mandatarios[2] del pueblo que ostentan, la que cambia radicalmente sus circunstancias frente a las nuestras.

Los Honorables Congresistas, Senadores y Representantes a la Cámara, invierten millones de pesos en sus campañas para hacerle elegir como tales, visitan capitales, pueblos, corregimientos y veredas, con la promesa de ser los portavoces de los menos favorecidos, habrán quienes cumplan y quienes no. Pero al resultar asistidos con el voto de sus conciudadanos, insisto, sus circunstancias cambian notablemente, se transforman ahora en apoderados de sus electores, en sus representantes, en modelos de ciudadanía. Su conducta, debe ser, por definición, mucho más pulcra y escrupulosa que la del resto de los ciudadanos.

Por otro lado, está el hecho que todos somos ciudadanos por el simple lapso del tiempo, sin que medie nuestra voluntad, a diferencia suya, que se han hecho elegir por su voluntad, pues no conozco de ningún caso de “Congresista a la Fuerza”, más allá de las cacariadas y veintejulieras frases de “¡Es mi deuda con la Patria!”, “¡Es mi deber frente a mis paisanos!”.

Pues así es, el Derecho Fundamental a la Doble Instancia se ve matizado por las circunstancias particulares  de los Honorables, además, por aquello casi olvidado en el gobierno pasado de las Reglas del Juego, quien se lance a la vida pública, está en la obligación de saber que esto no sólo[3] tiene como consecuencia abultados cheques a fin de mes, cuotas para aquello del “oxígeno burocrático”, sino también la adecuación de ciertas gabelas a sus particulares circunstancias.

En últimas el juzgamiento de los Congresistas en manos de la Corte Suprema de Justicia es un honor a la Democracia, es una muestra del valor que el Constituyente de 1991 quiso darle a la figura de los Parlamentarios, y del elevado concepto que de su función se tiene.

Así es que apreciados Congresistas, una vez más les digo, a la Doble Instancia: No, No y No.


[1] Ver la entrada “Qué tan mínimo es el Salario Mínimo”: http://tanlindoelmiquito.blogspot.com/2011/01/que-tan-minimo-es-el-salario-minimo.html
[2] 1. m. y f. Persona que ocupa por elección un cargo muy relevante en la gobernación y representación del Estado. Diccionario RAE
[3] El “sólo” está en desuso, sin embargo aún no ha sido prohibido expresamente por la RAE y lo seguiré usando hasta tanto esto no ocurra. 

martes, 11 de enero de 2011

¿Qué tan mínimo es el Salario Mínimo?

Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg


Un operario de una empresa de esta pequeña ciudad intermedia, tiene el gusto de haber recibido un 4% de aumento a su salario que pasó de $ 515.000 a $ 535.600, o sea 20.600 más que en 2010. Sus preocupaciones van más allá de las complejas disquisiciones técnicas que los expertos economistas disciernen sobre las consecuencias en la economía, de aumentar un punto porcentual o no el salario mínimo que debe recibir este simple operario, que es, por suerte, uno de los millones de colombianos que reciben mensualmente esta cifra, y no otro de los tantos millones que ni siquiera alcanzan a este estipendio.

Pero el gusto de recibir primero un 3.4% y luego un 0.6% (por cuenta de una decisión que por su oportunismo parece más del anterior gobierno) más de aumento, se evapora cuando tan rápido como llega el “sueldito”, empieza a desvanecerse en las manos de este simple operario, que ha tenido que trabajar al menos 150 horas durante el mes.

Primero deberá cancelar las facturas de los servicios públicos domiciliarios[1]:

Agua   $ 25.000
Energía Eléctrica $18.500
Gas $ 6.000
Teléfono - Internet - Parabólica $ 130.000

En estos gastos inapelables se habrá gastado $ 179.500, restándole $ 356.100 para los 30 días del mes. Supongamos que este simple operario no está solo y que por el contrario tiene una esposa y un hijo de 11 años que asiste a un colegio oficial.

El niño estará por entrar al colegio en un par de semanas y por ello este mes su papá, nuestro simple operario, deberá destinar parte de su suelo en la compra de útiles escolares básicos:

Libros de Matemáticas, Inglés y Lenguaje $ 45.000
Cuadernos (8) $ 16000
Lápices, lapiceros, borradores, colores, otros $ 9.500
Regla, compás, transportador $ 5.000

El regreso a clases del niño le habrá costado a nuestro protagonista $ 75.000, y le restarán $ 280.600 para todo el mes. Deberá además hacer el mercado para todo el mes. Supongamos que a diario se gastan $ 7.000 pesos en la preparación de las tres comidas básicas para los tres miembros de la familia (Así que nada de lujos, se tratará del ACPM: Arroz, Carne [reemplazada las más de las veces por huevos], papa y maduros), y en ello se habrá gastado $ 210.000, restándole $ 70.600.

El protagonista de nuestra chocoaventura tiene la alegría (¿?) de trabajar para una empresa que, para evitarse el pago del subsidio de transporte facilita a sus empleados una ruta de bus que los recoge cerca de casa y los devuelve. Sin embargo, y como ya lo habíamos señalados, tiene un hijo escolar y una esposa que no gozan del servicio gratuito de transporte, y debe pagar para por ellos al menos dos pasajes diarios entre semana, y con un pasaje a $ 1.400[2] esto representa $ 5.600 diarios, o $ 112.000 lo que deja a nuestro querido operario con un saldo de $ - 41.400, es decir con un déficit del 7.7% de su salario.

Nuestro operario da gracias a Dios que su querida esposa es impulsadora de Yambal, y así se cuadran el mes, de lo contrario, ahí sí que el Salario no sería mínimo, sino ínfimo.              



[1] Para una familia Estrato Dos.
[2] En Manizales el pasaje del transporte aumentó $ 200 a partir del 01 de Enero de 2010, es decir 14.3% o sea 3.5 veces más que el aumento del SMMLV

lunes, 10 de enero de 2011

¿Feliz Cumpleaños 18?

¿Feliz Cumpleaños 18?[1]


Por: Juan Pablo Gutiérrez Alzate - @elmiquitojpg

Por qué habrían de felicitarlo a uno por cumplir 18 años, la "Mayoría de Edad"...

Uno se acuesta con 17 años 364 días, y se despierta con 18... Realmente nada ha cambiado, ni lo tiene más grande, ni le salió otra mano, ni nada... nada realmente ha cambiado en nosotros...

Pero he ahi la gran dicotomía, si nosotros no hemos cambiado, no hemos mudado de piel, ni de ideas, ni somos más o menos personas, qué es lo que ocurre en la sociedad, para la que, tan de repente como de un día para otro, somos diferentes.

Porque, déjeme advertírselo de una buena vez, para la sociedad sí que somos diferentes: Tenemos que cambiar de documento de identidad, ya somos plenamente capaces (según el Derecho Civil), y peor, ya somos penalmente responsables, así que nuestras conductas que sean típicas, antijurídicas y culpables (delitos), pueden ser reprochadas con penas de prisión.

Pues todo se basa en una de las tantas presunciones en las que se sostiene esta sociedad en la que vivimos, que presume, que uno a los 18 años ya puede ser responsable de sí mismo.

Por eso me tomo el honor (¿la molestia?), de escribirle en esta fecha que simplemente marca un día en el transcurso de su vida, para pedirle que esté cuando menos a la altura de esa presunción social… que sea responsable de sí mismo, y es más que esté más allá de aspiración social, y que de todo de sí para que así sea…

En este cortísimo lapso de tiempo en la historia de nuestro universo que nos ha tocado nos han ocurrido cosas excepcionales que no le ocurren a todos los mortales, éstas y muchas otras experiencias que vienen, nos han forjado y nos forjarán como somos y como deberemos llegar a ser, no se le olviden las cosas buenas que hemos hecho juntos, que han hecho sus papás, que ha hecho usted solito para ser como es y mire, como en el cosmos infinito, no somos más que un grano de arena, pero ojalá seamos uno que se una a la magnífica edificación de una mejor humanidad.

Ya desde hoy ostenta el título de ciudadano (que se consigue con el simple paso del tiempo, sin mayores esfuerzos), pero espero que en su corazón retumbe (pero pasito por aquello de la cardiopatía) lo que una vez dijera el libertador: “Prefiero el título de ciudadano al de libertador, porque éste emana de la guerra y aquél emana de las leyes”. Ya somos conciudadanos. Un abrazo.

PD: Feliz Cumpleaños 18.
  
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[1] Mensaje enviado a un gran amigo, hoy 10 de enero, en su cumpleaños número 18.